martes, 27 de diciembre de 2011

Sensaciones de mi último cuatrimestre

Estando a 27 de Diciembre, creo que es un buen momento para hacer balance de cómo ha sido mi último curso  (aún me quedan las prácticas) en la carrera de magisterio en educación musical.

Empecé el cuatrimestre con la sensación de que el verano se me había hecho corto, sin muchas ganas de empezar con el nuevo curso. Tarde un par de días en asistir por primera vez a clase y me costó mucho engancharme. En realidad, en todo el cuatrimestre no terminé de engancharme totalmente pues, cuando no era un puente, era una fuga y cuando no eran causas personales, el caso es que no hubo mucha continuidad en la asistencia. Si a eso le sumamos la dispersión de los compañeros por las diferentes optativas, los horarios locos que teníamos y las clases que terminaron siendo no presenciales, encontramos un cuatrimestre bastante loco.

Hubieron materias que resultaban innovadoras e interesantes, que permitieron el debate y la participación, que no se te hacían pesadas y que no te resultaba un impedimento para levantarte esa mañana para asistir a clase. Sin embargo, habían otras pesadas, infumables y que asistir era poco más que una tortura (siento mi sinceridad). Pero en esencia, saco cosas positivas. Me siento mejor formado y más preparado para la etapa que me espera ahora. Siento que he conocido personas interesantes que han aportado cosas interesantes a mi vida estos meses en la ULL. Al final, incluso, terminó sabiéndome a poco y llegando el final sin darme cuenta.

En definitiva, pese a unos primeros momentos bastante inestables y a la dispersión de compañeros, han sido cuatro meses que quedarán en mi memoria y que seguramente echaré de menos en un futuro.

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